Soñamos

La sensación es de hambre y mucha sed. Afuera llueve pero hace sol. No hay un día cualquiera. No hay segundo igual al que le precede. Aunque al día siga a la noche y realice otra vuelta, cada ciclo es nuevo, o viejo ya. Tengo la certeza de haber vivido un sueño del que ya he despertado. El sueño de la muerte en vida. Las historias se repiten, los lugares cambian.

Aparecí en una casa, estábamos tomando pisco. Yo había venido con el sociólogo y el ingeniero para conversar sobre el tema del registro de un proyecto que iban a presentar en el Fondart, en alguna categoría o especialidad que no viene al cuento.

Lo más bonito es que en el jardín había un laurel, añoso como esos que ya no quedan. Centenario quizás. Un sobreviviente, en el patio de mi casa.

Acuden a mi mente imágenes precisas de recuerdos borrosos. Rostros que ya olvidé. Gente que perdí. Amigos que ya no lo son.

El ingeniero habla de números. El sociólogo insiste en los porcentajes. Las probabilidades aumentan mientras las posibilidades disminuyen. Escribo al revés, en una página en blanco. Me la paso borrando frases, oraciones imposibles. El verbo se cae a pedazos, la sintaxis se vuelve caótica y perdemos los artículos del sujeto.

Ya está listo, firmemos. El sociólogo estampa su letra con escupo. El documento crece y se desborda. La impresora echa humo.

Sueño con mi padre llorando. Solo una vez lo vi llorar en toda mi vida. Y fue recordando su niñez. Yo era un niño, viendo llorar a mi padre, recordando su niñez. Pero en el sueño yo era el viejo, y él el joven. Reconocía finalmente sus errores. Mi madre y yo lo perdonamos. Y en ese acto de perdón, que es el reconocimiento de la culpa -aunque nadie debiera sentirse culpable- él se quebró y lo vimos llorar.

Estaban mis abuelos también. Y eso es raro porque ellos están muertos. O al menos yo los enterré.

Volvimos a casa de noche y los perros ladraron al vernos. Dejaron de ladrar cuando abrimos la puerta. Se subieron al sillón como siempre y nos dejaron en el suelo. Nos fuimos a dormir con la sensación de estar despertando. Una mañana tibia, una tibia mañana, una mañana linda.

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.