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TR1ZT4N

Las causas de la trizteza

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Exilio

Publicada el 2025-05-04 - 2025-05-09 por TRZTN

Vengo de la frontera. Donde los fantasmas del incendio acechan los márgenes, combatiendo el odioso pavimento y su rencor policíaco.

He sido traicionado por mis instintos. Creí y fundé amistades que perforaron mi cuerpo, llenandome de orificios por donde me desangro lentamente.

Sin embargo, mi viaje apenas ha comenzado. No he hecho sino preparar el camino que me hará torcer hacia el futuro, retroceder al final de nuestra época, hacia el origen de ese cúmulo de microscópicas pero definitivas galaxias, donde nace la raíz de todo lo que partió hace tanto tiempo.

Miro hacia abajo, y busco entre la hierba un trébol de cuatro hojas. El hecho de no encontrarlo alimenta mi búsqueda. No se ha perdido nada en el intento. Pues para qué sirve la vida, sino es para perderla, o para que el tiempo no se apodere de mí.

En realidad, los sueños, gestados en el pensamiento, predisponen al cerebro -ese trozo de carne acuoso y flexible- a la recepción de ciertos impulsos. De tal modo la sugestión, un anhelo fracasado en la retina, resulta a simple vista una aparente casualidad. Pero las leyes del universo impiden que lo casual exista. Tan solo es un juego de similitudes y escasos aciertos, o tal vez de pérdidas.

Yo me escurro lentamente y al caer subo y mi cuerpo late en un ritmo que transmuta mis emociones entre dos polos, quebrando las leyes humanas, las estúpidas leyes que hemos inventado para sobrevivir al tiempo, cuando es bien sabido que estamos atrapados en él, somos su cuerpo.

La arquitectura de ese organismo es un medio para comprender la vida, porque, ¿de qué está hecho el mundo, sino de nosotrxs?

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