FILO/SOFIA

A falsos problemas, falsas soluciones. Cualquiera sea el dilema, ya existe una solución predeterminada.

Las doctrinas imponen sus respuestas; la religión, como prueba de la existencia de dios, el estado, como instrumento para ejercer la obediencia civil, la familia, como sustento de la autoridad, en suma, las instituciones existen para reprimir nuestro deseo de expresar la negación.

Patrocinados por la neo-verdad, esa jovencita maquillada de tristes metáforas, se esgrime falta de expresión para ocultar en su reflejo el pobre cuerpo social.

Se reprimen ideas en detrimento de la opinión, esparcidas por todos los medios como un eco del poder en las conciencias.

La muerte, el matrimonio, el trabajo asalariado, todo está regido por la cultura del miedo a expresarse, miedo que es a su vez el motor mismo de la represión, so pena de destruir los falsos íconos que más bien nos disfrazan de títeres decadentes. Pero el enfrentamiento es inevitable.

Tú lo sabes, querida FiloSofía, a tí te debo el haberme librado de un falso problema y su falsa solución; la soledad es una compañera, no basta escapar de ella buscando un refugio en quienes no la encuentran en sí mismas, lo que se halla en ella es otra forma de relacionarse con la libertad.

La soledad me hace compañía, cuando el mundo entero me hace sentir sola.